Los ancianos son el segmento de nuestra sociedad que crece con mayor rapidez y son también una parte importante de la economía de nuestro país. La creciente población estadounidense de personas mayores es especialmente vulnerable a una amplia gama de formas de explotación y abuso. Los delitos financieros, en particular, se dirigen a los adultos mayores con una frecuencia alarmante, y con demasiada frecuencia tienen éxito.
La página web Common Fraud Schemes (Esquemas de fraude habituales ) de la Oficina Federal de Investigación (FBI) ofrece consejos sobre cómo puede protegerse a sí mismo y a su familia del fraude.
Las personas mayores deben ser especialmente conscientes de los fraudes por las siguientes razones:
- Es más probable que los ciudadanos de más edad dispongan de "ahorros", sean propietarios de su vivienda y/o tengan un crédito excelente, todo lo cual les hace atractivos para los estafadores.
- Las personas que crecieron en las décadas de 1930, 1940 y 1950 fueron educadas generalmente para ser educadas y confiadas. Los estafadores se aprovechan de estos rasgos, sabiendo que a estas personas les resulta difícil o imposible decir "no" o simplemente colgar el teléfono.
- Es menos probable que los adultos mayores denuncien un fraude porque no saben a quién denunciarlo, se avergüenzan demasiado de haber sido estafados o no saben que lo han sido. Las víctimas de edad avanzada pueden no denunciar los delitos, por ejemplo, porque les preocupa que los familiares piensen que las víctimas ya no tienen capacidad mental para ocuparse de sus propios asuntos financieros.
- Cuando una víctima anciana denuncia el delito, suele ser un mal testigo. Los estafadores conocen los efectos de la edad en la memoria y cuentan con que las víctimas de edad avanzada no pueden facilitar información suficientemente detallada a los investigadores. Además, las víctimas pueden tardar semanas -o meses- en darse cuenta de que han sido estafadas. Este prolongado lapso de tiempo dificulta aún más el recuerdo de los detalles de los hechos.
- Los ciudadanos mayores están más interesados y son más susceptibles a los productos que prometen un aumento de la función cognitiva, la virilidad, el acondicionamiento físico, propiedades anticancerígenas, etcétera. En un país donde las nuevas curas y vacunas para viejas enfermedades han dado a cada estadounidense la esperanza de una vida larga y fructífera, no es tan increíble que los productos de los estafadores puedan hacer lo que afirman.
Información adicional:
Recursos adicionales para ciudadanos mayores del Comité Especial sobre Envejecimiento del Senado de Estados Unidos.
